Colombia recibió hoy jubilosamente la presea de bronce olímpica ganada por la luchadora Jacqueline Rentería en la división de los 55 kilogramos, al vencer a la rumana Ana Paval.

　　Además de los aplausos de sus compañeros de delegación y del país en general, la deportista colombiana de 22 años recibirá del gobierno nacional un premio de unos 40.000 dólares, que le servirá para cumplir uno de sus más caros anhelos: comprar una vivienda para su familia.

　　Para Colombia, la actuación de su representante le permite llegar a 30 puntos en los Olímpicos de Beijing, cifra que iguala los conseguidos en Sydney 2000, con la ventaja de que aún quedan competidores que pueden conseguir buenos lugares, como se espera en boxeo, taekwondo y ciclismo de montaña, entre otras pruebas.

　　Antes de viajar a China, la deportista dijo que soñaba que a su regreso a Colombia, fuera recibida en el "aeropuerto por mis padres con los brazos abiertos y con un buen plato de comida como solamente ellos saben preparar".

　　Desde un humilde barrio de Cali, sus padres se declararon felices por el significativo logro de su hija, quien vive en la Casa del Deporte, a donde van los mejores atletas del Valle del Cauca y donde les prestan atención médica y apoyo en otras áreas para lograr el máximo rendimiento.

　　Allí, aprovechando la señal de televisión, los Rentería Castillo vieron que Jacqueline necesitó 64 segundos "una plancha" sobre su rival, para encumbrarse entre las contadas deportistas que suben a recibir una medalla en los Olímpicos de Beijing 2008.

　　Jacqueline, que comenzó a practicar la lucha porque esa disciplina deportiva era la única en la que no tenía que pagar por practicar, agradecióa su entrenador Víctor Capacho, pues él "ha sido mi guía en todo este camino".

　　Capacho es un ex campeón mundial de este deporte y uno de los primeros que hizo ondear la bandera colombiana fuera del país.

　　En el barrio La Playa, Comuna 20 de Cali, la gente no paraba de comentar la proeza de su "vecina", a la que siempre le auguraron éxitos, pues aparte de conservar su sencillez, le destacan su capacidad de entrega y lucha.

　　Todavía es un misterio su regreso al país, pero están alerta para organizarle una bienvenida de campeona, pues para ellos y, en general para Colombia, la medalla de bronce vale igual que si hubiese sido una de oro.

　　Para llegar a China, Jacqueline tuvo que viajar muchos kilómetros, someterse a rigurosas y extensas jornadas de entrenamiento hasta que en el Campeonato Mundial de Lucha de Bakú, Azerbaiyán, consiguiósu cometido al quedar entre las ocho primeras.

　　Entre las más de 80 medallas que adornan las paredes de la casa paterna, sobresalen la de campeona de los Panamericanos de Río de Janeiro, Brasil; el tercer puesto en el Torneo Sunkist, de Estados Unidos; la reina del Panamericano disputado en El Salvador, entre otras.

　　Colombia contabiliza ahora once medallas olímpicas, entre ellas una de oro conseguida con la levantadora de pesa María Isabel Urrutia, lograda en los Olímpicos de Sydney de 2000.